UNA CASA COMODA

Una Casa Privada Amplio y Tranquilo

Casa Muriel es una casa amplia en una comunidad serena y protegida a 1.5 millas (2.5 km) al sur del Parque Central de Antigua Guatemala. Desde las majestuosas vistas del oeste de la puesta de sol y los volcanes hasta el sereno jardín secreto para la meditación, los residentes encontrarán la verdadera relajación al nutrir la mente, el cuerpo y el espíritu.
Membresía: Invitamos a los vecinos mayores a unirse a nuestras actividades diarias (comidas, clases, eventos y espectáculos) como miembros de nuestra comunidad de hogares para personas mayores.

Internet Confiable de Alta Velocidad

En Casa Muriel, sus video chats con los nietos o la transmisión de películas nunca se interrumpirán ni disminuirán. Cada habitación o estudio tiene su propio Rauter de Internet de alta velocidad dedicado, que no se comparte con las otras habitaciones ni con el sistema de cine en casa. La comunicación constante y el entretenimiento confiable están incluidos.

¿Cuánto Cuesta la Vida Asistida en Guatemala?

Nos complace que haya preguntado, porque al igual que los procedimientos médicos y dentales, los gastos de cuidado de ancianos en Guatemala son generalmente alrededor del 25-35% del precio que podría pagar en los Estados Unidos, por el mismo nivel de calidad A+ de clase mundial.
Hay que pensar en un centro vacacional con un estudio privado, deliciosas comidas, actividades programadas, transporte y administración en el lugar las 24 horas incluidas. Las tarifas mensuales comienzan en $ 1500. Los cuidadores programados por dia, la atención personal o la enfermería durante la noche están disponibles a un costo adicional. Decida con su médico y su familia qué es lo que le hará sentir más cómodo y luego pague solo por lo que necesita.

Actividades y Vida Social

Casa Muriel es un hogar comunitario productivo para ancianos activos, tanto residentes como visitantes diarios. Compartimos clases, comidas, música, ejercicio y actividades porque las relaciones significativas y el buen humor curan la soledad, la principal causa del envejecimiento.
El centro de actividad de la cocina es el latido del corazón del hogar. El versátil espacio común para comidas y reuniones podría tener una clase de acuarela, un brunch de cumpleaños, una sesión de horneado, un juego de bridge, una discusión de libros o una actuación musical en cualquier momento del día.

Los Jardines de Guatemala Nutren el Cuerpo y el Alma

En nuestros años mayores, necesitamos más calcio, fibra, magnesio y antioxidantes. Afortunadamente, todas las frutas y verduras que nos mantienen funcionando a un rendimiento óptimo se producen todo el año en Guatemala: tomates, papaya, zanahorias, aguacate y piña, por nombrar algunas. Casa Muriel contará con un huerto orgánico cuidadosamente planificada con jardineros profesionales, para residentes que aman trabajar con la tierra y cultivar una cosecha para nuestra mesa.
La jardinería en casa fomenta el bienestar emocional y la satisfacción personal en los resultados nutricionales. Los estudios del Instituto Ambiental de Princeton, Sembrando Semillas de Felicidad y Paisajismo y Planificación Urbana exploran cómo el cuidado de las plantas en el hogar puede afectar positivamente su estado de ánimo y felicidad.

El Movimiento de Envejecimiento Positivo

En los últimos años, la generación de personas mayores de 70 años espera más y hace más para mejorar su calidad de vida para los próximos 20 años. Como residencia comunal, Casa Muriel se enfocará en todos los aspectos positivos del envejecimiento manteniendo la actividad física e intelectual, cultivando una mirada serena y celebrando el buen humor entre amigos.

Creemos que tener un sólido sentido de comunidad y participar en eventos sociales, además de contar con la ayuda de nuestro personal, brindará a nuestros residentes la independencia que desean y la confianza para expandir horizontes a su mayor potencial. Los cambios son inevitables, pero podemos gestionarlos junto con nuestros asesores profesionales de confianza, de forma económica y eficaz. Envejecer es una bendición y, después de todo, no debería dar miedo.